Historia del

Liceo Fesan

 

El proyecto FESAN (Fondo de Empleados Santanderistas), nació en febrero de 1985, considerando la situación de inestabilidad de los docentes y trabajadores de la educación privada en la que José Ramón Torres Ladino, rector y propietario del Instituto Pedagógico Santander, propuso a los empleados de dicho colegio crear un fondo con el ánimo de hacer un “pequeño ahorro” de $ 2.000 del salario de cada trabajador.

Esta propuesta inicialmente tuvo resistencia pero el Fondo se creó con la participación de 15 de los 28 empleados, de los cuales en la actualidad solo sobreviven 5 en el proyecto.

El propósito inicial era ahorrar durante el año para subsidiar a los docentes en los meses de diciembre y enero, meses en los cuales no devengaban salario, mientras llegaba el de febrero del siguiente año y así se hizo por varios años.

Pero en Asamblea realizada en diciembre de 1990, se estableció que no se entregara la totalidad de los ahorros sino que se dejara un 25% para el siguiente año y así el Fondo empezaría a tener alguna solidez. Para febrero de 1991, por unanimidad, se aprobó que al finalizar el año no se entregarían dineros, sino por el contrario se dejaría un salario mínimo como ahorro extraordinario, para solución de vivienda (problema primordial de los asociados). Al final de ese año, el capital era de diez millones de pesos m/cte.

La motivación del plan de vivienda disparó el trabajo solidario de los asociados. En esos años, todo era ahorro para el Fondo, fiestas, bailes, reuniones, rifas, bazares, etc… Se adoptó el lema: “tener vivienda no es ninguna riqueza, pero no tenerla es mucha pobreza”.

El siguiente paso fue buscar un lote donde pudieran construirse unas 40 soluciones de vivienda, casa cómodas con jardines, supermercado, parque y zonas comunales. La fe era que muchos centavos hacen las grandes soluciones y entonces en 1991 se realizó la legalización del Fondo, buscando una personería jurídica, para tramitar auxilios, créditos y poder negociar.

En el año de 1992, el Comité de vivienda se dedicó a buscar un lote para adelantar un plan de vivienda. El 14 de septiembre de ese año, el comité informó de la existencia de un terreno ubicado en la Calle 153 # 110-40, en la localidad de Suba, con un costro de $ 93.000.000. Para la negociación, ese mismo día, se nombró una comisión que consiguió negociar en $ 80.000.000.

En esa época eran 65 asociados, la gran mayoría con diferentes ahorros así que una vez negociad el lote se hizo un ajuste para que todos los asociados se nivelaran $ 543.092, pero para pagar el lote se logró un préstamo de $ 80.000.000 con Cupocrédito. Desafortunadamente el proyecto estuvo amenazado por descapitalización ya que se retiraron cerca de 10 asociados, y las cuotas del banco se cubrían con los aportes que hacían los asociados, de manera que cada vez que se retiraba uno la cuota para los que se quedaban era mayor.

El panorama sin embargo era duro. Un lote de cerca de 9.000 m2, una deuda de $ 80.000.000, capacidad nula para aportes extras y en su totalidad los asociados dedicados a la educación privada. De tal suerte que se recreó la idea inicial y se pensó en la construcción de un centro educativo, utilizando un pedazo de terreno y aplazando el proyecto de vivienda. En abril de 1993, se inició la construcción del colegio y se organizaron grupos de trabajo para adelantar un estudio sobre La organización de un plantel educativo (lo que hoy se conoce como Proyecto Educativo Institucional). Las conclusiones de este trabajo se presentaron los días 3,4 y 5 de julio de 1993 en el auditorio del Instituto Pedagógico Santander. En noviembre se ese año se empezaron a matricular los primeros estudiantes.

El comité de vivienda siguió trabajando en el apoyo a los asociados para que a través de las distintas alternativas (fiadores, subsidios, recomendaciones, empleo en el sector oficial) los asociados fueran logrando cada uno su solución de vivienda, cosa que a la fecha se logró en un 100%.

El 1º de febrero de 1994 inició labores académicas un centro educativo denominado Liceo Fesan, el cual abrió sus puertas a la comunidad de Suba con 209 estudiantes. Hoy en día el colegio cuenta con 1.400 estudiantes en jornada única, un crecimiento del 370% a pesar de la crisis del sector de la educación privada. Se desarrolla un modelo constructivista, inglés intensivo, formación católica, cuenta con amplias instalaciones, restaurante, auditorio, salas de informáticas, laboratorios, sede de preescolar, cancha de minifútbol, coliseo, piscina propia y atiende población predominantemente de estratos 2 y 3 muchos de ellos en convenio con la Secretaria de Educación Distrital.

Cabe mencionar que la organización propietaria del colegio (Fondo de Empleados Santanderistas) tuvo grandes variaciones a lo largo de estos 12 años de funcionamiento por las siguientes razones:

A finales de 1995 se hizo necesaria la creación de una sociedad anónima para garantizar la continuidad del proyecto pues en el Fondo de Empleados al retirarse un asociado debía reintegrarse su dinero de forma inmediata y entonces al existir una deuda con Cupocrédito que se cubría con los aportes de los asociados cada vez cada uno debía aportar más. Fue una decisión dura por las altas cargas impositivas que una organización de estas generaba y porque se desdibujó el trabajo solidario del Fondo. Sin embargo, se logró invitar a otros inversionistas y la sociedad se creó con 60 accionistas. En la medida en que alguno se quería retirar, debía venderle a la sociedad, a los accionistas y en tercer término si a los terceros, de tal manera que la sociedad no se descapitalizaba y se podían cumplir las obligaciones.

A partir del año 1998, los accionistas empezaron a recibir algún tipo de dividendo, pues la obra física en general llegó a un 70% de su culminación. No obstante, siguió rondando el tema de la economía solidaria, y los gestores de esta magna obra querían regresar el modelo empresarial inicial. Luego de fuertes debates, largas reuniones y Asambleas, en el año de 2003 se creó una cooperativa que empezó a trabajar estos temas. En ese mismo año. Se liquidó la sociedad anónima y los remanentes quedaron en la Cooperativa Multiactiva de Fesan- Coopfesan Ltda., entidad que recogió las banderas del Fondo de Empleados Santanderistas y el trabajo de la S.A.

En la actualidad 46 asociado componen esta organización que está buscando ampliar su portafolio de servicios a nuevos negocios. En esta organización ya participan varios miembros de la 2ª generación de fundadores de Fesan e incuso una de la 3ª generación.

La Cooperativa hoy cuenta con Gerente General, Contadora, Secretaria de Gerencia y Revisor Fiscal. El Consejo de Administración está integrado por 3 miembros principales y 2 suplentes. La junta de vigilancia la componen 6 personas. El Comité de Educación está integrado por 5 asociados y el Comité de Solidaridad por 4. Es una mediana empresa por que su activo es de cerca de $ 1.800.000.000 y da trabajo a 68 trabajadores.

El colegio Liceo Fesan (de propiedad de Coopfesan) tiene la estructura enunciada en el organigrama y cuenta con una excelente reputación en la zona noroccidental de Bogotá.